Anticonceptivos. ¿Qué debes saber?

Los anticonceptivos son, con mucha probabilidad, uno de los grandes quebraderos de cabeza de las mujeres desde hace cientos de años. Obviamente no es hasta el siglo XX cuando comienzan a ser verdaderamente eficaces, es decir, rondando el 100% de su eficacia. Un 100% que, hasta la fecha, ninguno ha logrado.

Sin embargo, sí que es cierto que los que actualmente hay en el mercado tienen una efectividad que alcanza el 98% e incluso el 99% de la seguridad. Pero siempre hay que tener en cuenta ese 1 y 2% de probabilidad de fallo.

Los anticonceptivos se pueden clasificar en dos grandes grupos: los de barrera y los hormonales.

ANTICONCEPTIVOS DE BARRERA. 

Son aquellos que impiden que el espermatozoide del hombre llegue al óvulo de la mujer evitando así la concepción.  Alguno como el preservativo o condón, además, tiene un doble uso puesto que, además de evitar embarazos, protege de infecciones de trasmisión sexual.

  • Espermicidas
  • Condones
  • Esponja
  • Diafragma
  • Capuchón cervical

la eficacia de estos métodos es mayor si se usan conjuntamente. Por ejemplo el condón con el diafragma, o el condón con el espermicida. El espermicida mata los espermatozoides mientras que los condones, la esponja, el diafragma o el capuchón, impiden su paso. Es muy importante recordar que sólo el condón protege de las infecciones por trasmisión sexual. 

La página de la Sociedad Americana de Obstetras tiene un folleto explicativo muy exhaustivo que puedes consultar pinchando aquí

ANTICONCEPTIVOS HORMONALES

Son aquellos métodos que evitan el embarazo mediante unos cambios hormonales que estos provocan. Son los siguientes:

  • Píldora anticonceptiva oral combinada (COC). A esta frecuentemente solo se le llama la píldora y contiene dos hormonas –un progestágeno y estrógeno. Estas son similares a las hormonas que se producen en los ovarios.
  • Píldora de progestágeno (POP). A esta a veces se le llama minipíldora y puede ser tomada por las mujeres que no pueden tomar la píldora oral combinada.
  • Parche y anillo anticonceptivo. También se puede tomar estrógeno y progestágeno a través de un parche cutáneo adhesivo y como un anillo vaginal.
  • Inyecciones de acción prolongada. Hay dos principales inyecciones de hormonas que pueden brindar un efecto anticonceptivo prolongado durante ocho a 12 semanas. Ambas contienen un progestágeno.
  • Implante. Este se inserta bajo la piel. Libera una cantidad constante de un progestágeno, brindando un efecto anticonceptivo por hasta tres años.
  • Sistema intrauterino (IUS). Este es un dispositivo plástico en forma de “T” que se coloca en el útero. Libera progesterona y funciona hasta cinco años.

En nuestro centro podrás consultar a las matronas cualquier duda que tengas si estás dando el pecho pero recuerda que, salvo el preservativo, el resto de los anticonceptivos que uses han de ser previamente consultados con tu ginecólogo para estar segura de que puedes usarlos sin problema. La píldora tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. El DIU no podrás ponértelo tú sola y suele provocar sangrados menstruales más abundantes que pueden llevar a una anemia severa en pocos meses, observa su repercusión en tu cuerpo. Cada uno de los métodos tiene unas ventajas y unos inconvenientes. Consulta siempre a tu ginecólogo cual puede ser el más adecuado para ti.