Consejos para embarazadas durante el verano

Comienzan ya los calores y las embarazadas notan sus efectos mucho más. Especialmente las que se encuentran en el segundo y tercer trimestre ya que la tripa es más grande y en general el cansancio va en aumento. Estamos de acuerdo en que una mujer embarazada no es una mujer enferma pero sí que tiene que mirar unos tips que le van a facilitar mucho los efectos “colaterales” de estar embarazada.

 

Desayuna bien. Cereales, fruta, un yogur. Es decir, empieza el día con buen pie. Si eres de las que no admites bocado nada más levantarte, hazte un pequeño kit para llevar en el bolso y quizás sobre las 9 o 10 ya tengas hambre. Pero, por favor, comer. Es fundamental para tener energía, para sentirte bien. Y come sano. No te engañes con bollería industrial. Comer sano es fundamental siempre pero más estando embarazada.

-A media mañana, haz un descanso para tomar otro bocadito de algo. Una barrita de cereales, una fruta, un yogur…y aprovecha para dar un paseíto y estirar las piernas.

 

Hidrátate por dentro. Bebe agua o infusiones. Son muy buenas para hacerte sentir bien. No esperes a tener muchísima sed. Ojo con las bebidas azucaradas. Mejor que no las tomes. Retienen muchos líquidos y es justo lo contrario de lo que necesitas.

 

Lleva ropa cómoda y  preferiblemente de tejidos suaves como el algodón. Hoy día no es como hace años que la ropa para embarazadas era escasa. Tienes en las grandes cadenas de marcas de ropa muchas cosas monas. Lo ideal para las altas temperaturas son los pantalones estilo hippie de lino o algodón con la forma de la barriga de la embarazada. Te sentirás mucho más ligera. O los vestidos vaporosos estilo ibicenco que, además de favorecer muchísimo, te harán estar más cómoda. Encima, como se ciñen justo debajo del pecho, ¡te harán un escote precioso!

 

Pasea. Evita hacerlo en las horas más calurosas. Pero hazlo. Caminar es un ejercicio buenísimo para todo el mundo y más para las embarazadas. Obviamente si tienes algún problema para hacerlo, no.

 

Nada. Salvo que estés en las últimas semanas de embarazo y/o tu obstetra te lo prohíba, nada en la piscina. Un ejercicio buenísimo es ponerte en la parte donde no te cubre a mover las piernas. Una hora haciendo eso y nadando te dejarán como nueva Además se pierden muchísimas calorías de una manera cero invasiva con tu cuerpo.

 

Acuéstate pronto. No trasnoches. Necesitas descansar mucho más que cuando no estás embarazada. Así que, al menos entre semana, no te acuestes tarde. Vete a la cama con un libro y relájate.